martes, 4 de marzo de 2008

Made in Taiwan

Fin de semana en Taipei, lo más ciberpunk que he visitado hasta el momento.

Después de ciertas desventuras en el aeropuerto de Manila llegamos a la capital de Taiwan, allí pasamos unos momentos de pánico pues nuestras tarjetas de débito o crédito no funcionaban en los dos primeros cajeros que probamos y menos mal que al final encontramos uno en el que yo pude sacar dinero aunque no Stephan, el otro miembro de la expedición, con lo que tuve que estar manteniéndolo todo el finde así que se convirtió en mi putilla... ;)


Sábado

Tuvimos un golpe de suerte con el conductor que nos llevó al hotel pues también trabajaba a tiempo parcial como guía turístico, con lo que nos indicó algunos lugares adicionales a los previstos para visitar, en un mapa que nos regaló. Nada mas llegar al hotel nos echamos una siesta de tres horas pues ninguno de los dos habíamos dormido nada la noche anterior ni tampoco, yo al menos, en el avión (es lo que tiene que el horario de trabajo coincida con el de UK pese a estar en la otra punta... me paso las noches en Internet), cuando salimos, después de una buena comida local, enfilamos para el edificio 101, por el momento el mas alto del mundo. Decidimos ir caminando y disfrutar un poco de la ciudad, la comida le dio muchos puntos y los luminosos y el neón me daban la impresión de estar dentro de un libro de Gibson.

En Taiwan la gente habla chino (mandarín) y apenas un 10%, sobre todo gente joven, se desenvuelve con el inglés, eso si, sin importar el idioma si alguien te ve con un mapa desplegado en la mano se acercará a ofrecer su ayuda, lo que es de agradecer pues todo está escrito en chino y pedir comida con una carta sin fotos es imposible.

El 101 es impresionante tanto desde fuera como desde dentro, ya solo el ascensor hacía que se te taponaran los oidos, y la vista era sencillamente espectacular. Mas tarde, y usando el metro, (en lugar de billete, usan monedas de plástico con un chip dentro) nos fuimos al Night market.

En el mercado tuve de nuevo la sensación de estar dentro de la película de Blade Runner, excepto por los coches voladores, que no había, el ambiente era muy similar. Después de picotear en el mercado cosas irreconocibles por el aspecto, de ver como se vendía de todo, y mucho, mucho caminar nos metimos a un local donde daban masajes de pies de 40 minutos por algo mas de 15€... Para terminar el día nos fuimos a una zona de bares. Según entramos en el primero que probamos, a cada uno nos rodearon tres mujeres, te ofrecían fuego, conversación y compañía, no estoy seguro de si añadían algo al pack, pues al poco de entrar nosotros también se personó una familia (padre, madre y dos hijos pequeños...) y la imagen no cuadraba mucho con la que yo tengo de ese tipo de bares, así que creo que nos acosaban para que hiciéramos gasto.

Nos cansamos tras la primera cerveza y pasamos a donde empleamos la mayor parte de la madrugada, allí conocimos a Teresa (a la izquierda), a Joan (a la derecha), a Jerry (un camarero que nos enseño un nuevo método abrebotellas con mechero) y a Jackie, una camarera filipina que parecía un tío... hablar de las palabras españolas que se usan en Tagalo es un tema que ya me cansa porque es recurrente cuando alterno con estos, pero al menos lo tenía mejor que Stephan, parecía que nadie sabía por allí dónde está Alemania... :)
Cual ave de presa me lancé a por la tal Joan (se escribirá así?) solo que apenas hablaba inglés y Teresa traducía la mayoría de lo que le quería decir, rechazó los dos tequilas que ofrecimos (técnica del chupito), me dijo que era "cute" (pues vaya) y se fue pronto. Teresa sin embargo demostró tener ese “algo”, despierta y muy divertida solo que aquí Stephan y yo chocábamos con la misma... al final se nos fue a los dos. Después de esto cambiamos a un cutrebar donde una diosa oriental nos engatusaba para que nos pidiéramos copas, solo me tomé una antes de enfilar al hotel mientras Stephan se quedó tomándose la penúltima.


Domingo

Gran resaca que me impidió estar disponible antes de las tres de la tarde, nos fuimos al Guanghua Bazaar, un mercadillo de portátiles y cacharritos electrónicos donde me compré unos cascos y a ver un templo cuyo nombre no recuerdo, antes de salir hacia la Maokong Gondola. Cuando llegamos al sitio, pues estaba en la otra punta de la ciudad, una kilométrica cola de gente nos desanimó a continuar y mientras decidíamos dónde ir a continuación un tipo se nos acercó y nos preguntó si queríamos ir a lo alto de la montaña, que él nos acercaba en su taxi por sólo 300 NT$. Se dio cuenta enseguida de que queríamos subir y no pensábamos hacer cola, eso es tener ojo para los negocios y no lo veréis en Manila, así que después de un rápido cálculo (300/46= 6.5 € por los dos) le dijimos que sí. Por el camino, en un inglés ciertamente pobre pero suficiente, nos explicaba cosas sobre la montaña en la que estábamos, otra montaña mas alta que tenían por allí, vistas, templos, costumbres y el tráfico de la ciudad, luego nos dejó en una casa de té en la montaña y nos recomendó que estuviéramos ahí de una hora a una hora y media, que habría demasiada gente en las cercanías del teleférico pero que mas tarde estaría mas tranquilo. Me quedé muy satisfecho con el servicio que no había pedido pero que fue bien recibido.

En la casa del té nos costó horrores enterarnos de como funcionaba el tema de tomar el té porque nadie hablaba inglés y todo estaba escrito en chino (y sin fotos!), el servicio consistía en que un tipo te explicaba todo el proceso (en chino) de como hacerte el té, para hacerte una tanda y dejarte la tetera y los materiales con los que tú te podías hacer los que quisieras. No era tan simple como echar agua caliente a la taza, pero nos acabamos enterando de como se hacía, me encantan los rituales así que realicé todo el proceso en cuanto nos bebimos unas cuantos vasitos.

Después de bajar los 4 kilómetros de línea en la góndola nos dirigimos de nuevo al Night market, aunque antes paramos en el Longshan temple (de éste si me acuerdo) pues continuaba abierto, para hacer algunas fotos. Debía de ser algún tipo de celebración pues había muñecos de papel con luces dentro por todo el interior, podéis decir lo que queráis, pero una religión en la que esté bien visto que se cuelguen muñecos de Doraemon o Pikachu en sus templos tiene que ser chachi, en la mía lo voy a incentivar cuando tenga templos.

Una vez en el Night market, me metí en un local a que me hicieran algo que habíamos visto en un par de puestos, como una vez más estaba todo en chino no sabíamos exactamente qué es lo que te hacían, pero parecía placentero así que... la cosa consistía en que una mujer con hilos entrecruzados entre los dedos te los pasara por la cara durante un rato, luego te daban una crema, te pegaban una especie de máscara de papel para limpiarte la piel (supongo) y al quitártela estabas listo. Cuando la mujer empezó conmigo comprendí que lo que hacía era arrancarte los pelillos esos que tenemos en la frente, mejillas y alrededor de los ojos y que generalmente no se ven, después de un buen rato de tortura (me estaban depilando la cara!) la cremita y la mascara de papel eran, por lo fresquito, mucho mas agradables... todavía oigo reírse a Stephan, pero la piel de la cara se me quedó muy suave ;-)

Acabamos la noche en un nuevo bar, donde le gané a Stephan un par de partidas de billar para recogernos pronto, estábamos muy cansados y salíamos por la mañana, de nuevo en dirección a Manila.


La ciudad me ha impactado, está lo bastante avanzada como para ser una metrópolis del futuro, hasta le ponen neones a sus edificios, está bastante limpia, la gente es amable, la comida buena, los precios bajos y las chicas bonitas... Taipei es definitivamente una ciudad a la que me gustaría volver y pateármela a conciencia para ver todo lo que me he dejado.


La visa que tenía para entrar a Filipinas era válida sólo para una entrada, este viaje invalidó ese visado y ahora tengo visa de turista, con lo que antes del 21 de Marzo tengo que abandonar el país (aunque sea por un fin de semana) o bien extenderla. Veré dónde voy.


Y recordad niños, el crimen no compensa ;-)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno lo de tu depilación facial.

Los inconvenientes de no entender un idioma ;).

YOLY