jueves, 20 de marzo de 2008

Bangkok, City of Angels...

... o también: "Krung-dēvamahānagara amararatanakosindra mahindrayudhyā mahātilakabhava navaratanarājadhānī purīramya utamarājanivēsana mahāsthāna amaravimāna avatārasthitya shakrasdattiya vishnukarmaprasiddhi". que en cristiano quiere decir: “Ciudad de ángeles, la gran ciudad, la ciudad de joya eterna, la ciudad impenetrable del dios Indra, la magnífica capital del mundo dotada con nueve gemas preciosas, la ciudad feliz, que abunda en un colosal Palacio Real que se asemeja al domicilio divino donde reinan los dioses reencarnados, una ciudad brindada por Indra y construida por Vishnukam” como reza el récord Guiness al nombre de lugar más largo del mundo...

Viernes

Stephan llegó un día antes que yo porque se quería reunir con una amiga filipina que se ha mudado a Tailandia, así que salí el Viernes de Manila y, tras un tranquilo vuelo, me encuentro a Stephan en la puerta del hotel que hemos reservado bebiendo cervezas con John. John es un tipo peculiar, taxista y guia nocturno vocacional, él vio negocio con nosotros (ese ojo no lo veréis en Manila) y nosotros un guía local motorizado que nos iba a mover por la ciudad durante el fin de semana. Me aseé un poco en el hotel y le dijimos a John que nos llevara a un bar abierto (aunque saliera el Viernes por la noche de Manila, eran las 4 de la mañana del Sábado), y éste, sin
preguntar, nos llevó a un puticlub. El sitio era bastante cutre, y como primera imagen de Bangkok, bastante decepcionante, allí sólo había occidentales y putas, los únicos locales trabajaban de camareros. Nos tomamos un par de cervezas mirando a las chicas y nos volvimos al hotel.

Sábado

Ya estaba arreglada una pequeña ruta turística para la mañana, el grupo lo formábamos Stephan, yo mismo y otros cinco filipinos. En furgoneta partimos primero a ver el Golden Budha, que compartía templo con otras figuras cubiertas de pan de oro y mas tarde el Sleeping Budha, el cuál era enorme, el templo donde estaba éste último merecía un paseo. Al volver al hotel, sin embargo, nos tendieron una emboscada, la furgoneta se paró delante de una tienda de ropa y nos hicieron bajar... Cuando preguntamos que qué ocurría, la guía (y un vendedor de la tienda) pretenden que entremos para ver si nos interesa comprar un traje... Como? La maniobra era la misma que hacen los guías en Egipto, solo que en aquellas "emboscadas" al menos te llevaban a sitios típicos como una fábrica de perfumes, de estatuillas, de papiro... Stephan y yo rehusamos entrar y nos quedamos fuera hasta que el grupo de filipinos se cansó de mirar trajes... Sin embargo no había acabado aquí la cosa, pues a continuación nos llevaron a una tienda/fábrica de joyas... en fin, era bonito de ver, pero los pedruscos eran de verdad y de los caros, así que tampoco nos llevamos nada.
Tras una comida en un restaurante Suizo-Tailandes y una corta siesta contamos con John para que nos llevara a Patpong, mercado y zona de Go-go bars, el mismo nombre de la ciudad lo dice, Bangkok, city of angels... y aquí estaban los ángeles, bailaban en el cielo agarradas a una barra (cada una la suya) y la mayoría vestían un escueto bikini aunque algunas, y no por pudor precisamente,
también llevaban medias... ah, y una pulsera con un número para que fuera más fácil identificarlas... cuánta presión arterial... según caminabas por la calle te asaltaban con panfletos tratandote de vender lo que fuera que se ajustara a tus gustos, masajes, chicas, masajes proporcionados por chicas, happy endings a esos mismos masajes... ;)

Después de algunas compras el grupo se metió en un bar de la zona donde estuvimos bebiendo cerveza y escuchando (una vez más) los MTV Greatest hits hasta que se hizo tarde, en la calle recogían el mercado y las chicas ligeras de ropa que no estaban antes y que formaban pequeños grupos no eran tales, sino travestis, aunque estaban tan bien arreglados que tardabas unos segundos en darte cuenta. Cenamos en puestos callejeros y nos volvimos al hotel en Tuk-Tuk. Antes de irnos a dormir Stephan y yo pedimos un masaje en la habitación, lo tienen muy bien organizado, servicio 24 horas e inmediato, una hora de masaje de aceite y otra de tailandés, al día siguiente Stephan rezongaba porque su masajista había tardado dos horas en llegar, así que supongo que sólo tenían una para el turno de noche... ;)

Domingo

Por la mañana y sin muchas horas de sueño John nos propuso una ruta turística en barco, estaba tan seguro de que nos iba a gustar que nos decía incluso que no le pagáramos a él si no lo disfrutábamos... y no se equivocó. Bajamos por el río por un rato para remontar después por un canal, en el camino una chica en una barca se paró al lado nuestro para vendernos cosas, no recuerdo que nos dijera su nombre, pero sí que hacía eso para pagarse sus estudios de empresariales... el mundo está lleno de jóvenes emprendedores ;). El barco hizo una parada en
una especie de zoologico de reptiles y espectáculo con serpientes, que no estuvo nada mal, para dejarnos finalmente en la puerta del Temple of Dawn.
El sitio era increible y las escaleras empinadas, la manera en que esta gente decora sus templos es muy diferente a lo que estoy acostumbrado, son una especie de pirámides de base octogonal y todo el espacio esta lleno de extrañas figuras.
Después de este templo fuimos al Palacio real a ver el Buda (otro más) de Jade, pero cerraban pronto y nos quedamos con las ganas, así que enfilamos para el mercado/parque Bangrak donde pasamos la tarde haciendo compras y fotos.

Cuando llevábamos un rato dando vueltas, hubo un momento en el que de repente todo el mundo se quedó quieto mientras que por unos invisibles altavoces sonaba una especie de letanía... Aparentemente lo hacen a diario y debe ser la bajada de bandera o algo así, pero hasta que nos dimos cuenta de lo que ocurría aquello parecía la invasión de los ultracuerpos... imaginaos un mercado tipo rastro hasta arriba de gente y que de pronto todo el mundo se pare en posición de firme mientras un canturreo incomprensible sale de ninguna parte... yo temía que en cualquier momento aparecieran los Morlocks y se empezaran a llevar gente...
Parece que está relacionado con que haya fotos de la familia real por toda la ciudad y aparentemente todo el mundo les tiene en gran estima, por otro lado te pueden meter en la cárcel por hablar mal de los reyes...
Por último pasamos por el hotel para cenar en un buen restaurante cercano y a recoger nuestras cosas antes de que John que nos llevara al aeropuerto, que gran personaje, si alguna vez vais a Bangkok, no dudéis en llamarle ;)

martes, 18 de marzo de 2008

Manila Connection (Ep. 3)

Puerto Galera

El viernes por la noche, después del trabajo a eso de las 2:00 de la mañana salimos para Batangas, dos horas de autobús y una hora en barco nos dejaron en Puerto Galera. Quizá estaba gruñón por no haber dormido mas que a ratitos en toda la noche, pero me negué a pillar un hotel sin ducha caliente (y porque no me daba la gana) y acabamos en el mejor de la playa, que he de decir era bastante normalito para estándares europeos, pero tampoco tengo de que quejarme.

Corta siesta reponedora y nos vamos a buscar actividades, después de esquivar a todos los vendedores y masajistas ambulantes encontramos un sitio donde pudimos probar la moto de agua... La sensación de dirigir una bicha de 1100 cc de motor es acojonante, al final acabe con dolor de brazos (y agujetas) por la fuerza que hay que hacer para mantenerse encima de la moto, conseguí pillar picos de 80 Km/h lo que, creedme, es una velocidad bastante respetable en el agua y cuando el vehículo salta fuera de ella cada vez que pilla una ola, más aún, me lo pase pipa. Eché unas carreras contra Doink y Laura que iban en otra moto pero desde cierta distancia porque nos lo prohibieron expresamente en el sitio.

Mas tarde y en el mismo sitio hicimos también parasailing que consiste en ponerte un paracaídas y que una lancha tire de ti por la costa, era como estar sentado en un columpio a 30 metros del agua, las vistas son magnificas, pero al cabo de un rato se hace un poco aburrido.

Llevo queriendo volver a bucear desde que me saque el "Open Water Dive course" allá por Septiembre del año pasado, me lleve un chasco en Subic, pero por fin iba a tener la oportunidad, llevaba mi carné aunque no el diario de inmersiones, pues me lo dejé en Dublín, pero fue suficiente. Encontramos el sitio para hacer buceo, un francés muy majo (Didier) aunque encantado de conocerse, haría de guía, ponían todo el equipo, ordenador de inmersiones y dos bajadas, el Domingo a las 8:00 de la mañana. Por fin!


La tarde-noche-madrugada del Sábado la pasamos bebiendo y comiendo en los chiringuitos de la playa, espectáculos de baile ofrecidos por travestis y un par de (en España los habrían llamado perroflautas) tipos jugando con fuego al final de un par de cadenas, la música era demasiado MTV para mi gusto, pero encontramos una uña de costo por 500 php que mejoró sensiblemente la noche, dejé de beber muy pronto pues quería estar fresco para el día siguiente ya que bajaba a 20-25 metros. Terminamos la noche en un concierto Reggae allí en la playa.

Buceo

Por fin iba a volver a bucear! el grupo lo formábamos dos filipinas que sospecho eran alumnas de Didier, aunque no lo comprobé, un tipo Austriaco que llevaba su propio equipo, también majete, Didier y yo mismo.

A la profundidad a la que bajábamos no me podía llevar una cámara desechable, suelen cascar a 10 metros así que no tengo fotos del fondo, pero fue increibleble, muy diferente de Grecia, una flora que no tenía nada que ver con el Mediterráneo y mucha mas fauna, encontré a Nemo, una especie de pez-patata, y otra serie de bichejos demasiados para describirlos, había mucho coral, anémonas y estrellas de mar, pero no las chiquititas del Mediterráneo, éstas eran azules y mas grandes (la mayoría y medían unos 50 cm de punta a punta). Disfruté de las dos (2!) inmersiones mucho más que en Santorini, sin embargo también aprendí algo... cuando me quedaban unos 500 psi de aire en la primera bajada, le hice la seña al guía de "poco aire", nos reunimos para subir (llevábamos un rato a 5-6 metros descomprimiendo) y noté que empezaba a tener problemas para inspirar, como cuando el tanque se acaba, sin embargo el manómetro señalaba 400 psi todavía (la reserva está en torno a 250), calculé que así y con todo tendría suficiente para subir, pero cuando llegué a superficie el tanque estaba vacío, tuve que inflar el chaleco a pulmón...
Lo bueno fue que no me entró pánico, y sé que de haberme quedado sin aire ahí abajo tampoco hubiera pasado nada, estaba rodeado de gente y (casi) todos llevaban respirador auxiliar, solo necesito 10 segundos para coger aire de otro. Pero aprendí que si tus pulmones te dicen una cosa y el manómetro otra... es mejor creer a tus pulmones.

Cuando estuve explicándoles a Doink y a Laura como usar las aletas y qué hacer un si te da un calambre, Laura me estuvo prestando atención pero Doink no, el chaval casi se ahoga de un calambre, menos mal que el que llevaba el barco (capitán?) se lanzó a cogerle... por otro lado Laura, irlandesa de piel como la leche, estuvo tomando el sol bastante tiempo sin pensar en ponerse protector, la chica lo ha estado pasando mal con quemaduras durante toda la semana... en fin, ...cagadito se levanta.

Por la tarde pillamos el barco y luego el bus para volver a Manila, los tres estábamos machacados del fin de semana, pero (yo al menos) muy contento.

Tengo que conseguir una funda subacuática para mi cámara ;)

martes, 4 de marzo de 2008

Made in Taiwan

Fin de semana en Taipei, lo más ciberpunk que he visitado hasta el momento.

Después de ciertas desventuras en el aeropuerto de Manila llegamos a la capital de Taiwan, allí pasamos unos momentos de pánico pues nuestras tarjetas de débito o crédito no funcionaban en los dos primeros cajeros que probamos y menos mal que al final encontramos uno en el que yo pude sacar dinero aunque no Stephan, el otro miembro de la expedición, con lo que tuve que estar manteniéndolo todo el finde así que se convirtió en mi putilla... ;)


Sábado

Tuvimos un golpe de suerte con el conductor que nos llevó al hotel pues también trabajaba a tiempo parcial como guía turístico, con lo que nos indicó algunos lugares adicionales a los previstos para visitar, en un mapa que nos regaló. Nada mas llegar al hotel nos echamos una siesta de tres horas pues ninguno de los dos habíamos dormido nada la noche anterior ni tampoco, yo al menos, en el avión (es lo que tiene que el horario de trabajo coincida con el de UK pese a estar en la otra punta... me paso las noches en Internet), cuando salimos, después de una buena comida local, enfilamos para el edificio 101, por el momento el mas alto del mundo. Decidimos ir caminando y disfrutar un poco de la ciudad, la comida le dio muchos puntos y los luminosos y el neón me daban la impresión de estar dentro de un libro de Gibson.

En Taiwan la gente habla chino (mandarín) y apenas un 10%, sobre todo gente joven, se desenvuelve con el inglés, eso si, sin importar el idioma si alguien te ve con un mapa desplegado en la mano se acercará a ofrecer su ayuda, lo que es de agradecer pues todo está escrito en chino y pedir comida con una carta sin fotos es imposible.

El 101 es impresionante tanto desde fuera como desde dentro, ya solo el ascensor hacía que se te taponaran los oidos, y la vista era sencillamente espectacular. Mas tarde, y usando el metro, (en lugar de billete, usan monedas de plástico con un chip dentro) nos fuimos al Night market.

En el mercado tuve de nuevo la sensación de estar dentro de la película de Blade Runner, excepto por los coches voladores, que no había, el ambiente era muy similar. Después de picotear en el mercado cosas irreconocibles por el aspecto, de ver como se vendía de todo, y mucho, mucho caminar nos metimos a un local donde daban masajes de pies de 40 minutos por algo mas de 15€... Para terminar el día nos fuimos a una zona de bares. Según entramos en el primero que probamos, a cada uno nos rodearon tres mujeres, te ofrecían fuego, conversación y compañía, no estoy seguro de si añadían algo al pack, pues al poco de entrar nosotros también se personó una familia (padre, madre y dos hijos pequeños...) y la imagen no cuadraba mucho con la que yo tengo de ese tipo de bares, así que creo que nos acosaban para que hiciéramos gasto.

Nos cansamos tras la primera cerveza y pasamos a donde empleamos la mayor parte de la madrugada, allí conocimos a Teresa (a la izquierda), a Joan (a la derecha), a Jerry (un camarero que nos enseño un nuevo método abrebotellas con mechero) y a Jackie, una camarera filipina que parecía un tío... hablar de las palabras españolas que se usan en Tagalo es un tema que ya me cansa porque es recurrente cuando alterno con estos, pero al menos lo tenía mejor que Stephan, parecía que nadie sabía por allí dónde está Alemania... :)
Cual ave de presa me lancé a por la tal Joan (se escribirá así?) solo que apenas hablaba inglés y Teresa traducía la mayoría de lo que le quería decir, rechazó los dos tequilas que ofrecimos (técnica del chupito), me dijo que era "cute" (pues vaya) y se fue pronto. Teresa sin embargo demostró tener ese “algo”, despierta y muy divertida solo que aquí Stephan y yo chocábamos con la misma... al final se nos fue a los dos. Después de esto cambiamos a un cutrebar donde una diosa oriental nos engatusaba para que nos pidiéramos copas, solo me tomé una antes de enfilar al hotel mientras Stephan se quedó tomándose la penúltima.


Domingo

Gran resaca que me impidió estar disponible antes de las tres de la tarde, nos fuimos al Guanghua Bazaar, un mercadillo de portátiles y cacharritos electrónicos donde me compré unos cascos y a ver un templo cuyo nombre no recuerdo, antes de salir hacia la Maokong Gondola. Cuando llegamos al sitio, pues estaba en la otra punta de la ciudad, una kilométrica cola de gente nos desanimó a continuar y mientras decidíamos dónde ir a continuación un tipo se nos acercó y nos preguntó si queríamos ir a lo alto de la montaña, que él nos acercaba en su taxi por sólo 300 NT$. Se dio cuenta enseguida de que queríamos subir y no pensábamos hacer cola, eso es tener ojo para los negocios y no lo veréis en Manila, así que después de un rápido cálculo (300/46= 6.5 € por los dos) le dijimos que sí. Por el camino, en un inglés ciertamente pobre pero suficiente, nos explicaba cosas sobre la montaña en la que estábamos, otra montaña mas alta que tenían por allí, vistas, templos, costumbres y el tráfico de la ciudad, luego nos dejó en una casa de té en la montaña y nos recomendó que estuviéramos ahí de una hora a una hora y media, que habría demasiada gente en las cercanías del teleférico pero que mas tarde estaría mas tranquilo. Me quedé muy satisfecho con el servicio que no había pedido pero que fue bien recibido.

En la casa del té nos costó horrores enterarnos de como funcionaba el tema de tomar el té porque nadie hablaba inglés y todo estaba escrito en chino (y sin fotos!), el servicio consistía en que un tipo te explicaba todo el proceso (en chino) de como hacerte el té, para hacerte una tanda y dejarte la tetera y los materiales con los que tú te podías hacer los que quisieras. No era tan simple como echar agua caliente a la taza, pero nos acabamos enterando de como se hacía, me encantan los rituales así que realicé todo el proceso en cuanto nos bebimos unas cuantos vasitos.

Después de bajar los 4 kilómetros de línea en la góndola nos dirigimos de nuevo al Night market, aunque antes paramos en el Longshan temple (de éste si me acuerdo) pues continuaba abierto, para hacer algunas fotos. Debía de ser algún tipo de celebración pues había muñecos de papel con luces dentro por todo el interior, podéis decir lo que queráis, pero una religión en la que esté bien visto que se cuelguen muñecos de Doraemon o Pikachu en sus templos tiene que ser chachi, en la mía lo voy a incentivar cuando tenga templos.

Una vez en el Night market, me metí en un local a que me hicieran algo que habíamos visto en un par de puestos, como una vez más estaba todo en chino no sabíamos exactamente qué es lo que te hacían, pero parecía placentero así que... la cosa consistía en que una mujer con hilos entrecruzados entre los dedos te los pasara por la cara durante un rato, luego te daban una crema, te pegaban una especie de máscara de papel para limpiarte la piel (supongo) y al quitártela estabas listo. Cuando la mujer empezó conmigo comprendí que lo que hacía era arrancarte los pelillos esos que tenemos en la frente, mejillas y alrededor de los ojos y que generalmente no se ven, después de un buen rato de tortura (me estaban depilando la cara!) la cremita y la mascara de papel eran, por lo fresquito, mucho mas agradables... todavía oigo reírse a Stephan, pero la piel de la cara se me quedó muy suave ;-)

Acabamos la noche en un nuevo bar, donde le gané a Stephan un par de partidas de billar para recogernos pronto, estábamos muy cansados y salíamos por la mañana, de nuevo en dirección a Manila.


La ciudad me ha impactado, está lo bastante avanzada como para ser una metrópolis del futuro, hasta le ponen neones a sus edificios, está bastante limpia, la gente es amable, la comida buena, los precios bajos y las chicas bonitas... Taipei es definitivamente una ciudad a la que me gustaría volver y pateármela a conciencia para ver todo lo que me he dejado.


La visa que tenía para entrar a Filipinas era válida sólo para una entrada, este viaje invalidó ese visado y ahora tengo visa de turista, con lo que antes del 21 de Marzo tengo que abandonar el país (aunque sea por un fin de semana) o bien extenderla. Veré dónde voy.


Y recordad niños, el crimen no compensa ;-)