miércoles, 26 de diciembre de 2007

La colina 113

Cuaderno de bitácora. Sofía. Fecha estelar catorce punto doce punto dos mil siete.

Por fin es Viernes, aunque el equipo de asalto rapido: Xerox-IBM lleva tan solo sesenta horas en el país, y teniendo en cuenta la casi total ausencia de medios, ya hemos establecido un perímetro alrededor del campamento base con éxito. Esta avanzadilla se prepara para su primera incursión, los chicos comienzan a estar nerviosos y nos vemos capacitados y motivados para entrar en la zona de guerra armados tan solo con nuestra actitud y un puñado de Levas. A continuación relataré lo más fielmente posible los hechos que ayer se sucedieron. Fuera está nevando, y a la luz de la mañana, el recuerdo de esta noche me encoge el corazón... War is hell, y yo también.

Target acquired

El grupo de búlgaras con el que operamos el Jueves y el Viernes, nos invitan a una fiesta/quedada en un bar de moda de la zona estudiantil de Sofía, simultáneamente Sophie, una chica francesa que conocimos en el centro de operaciones, y que como nosotros, vive en el campamento base, nos invita a la fiesta de despedida de un Mentor francés, Nicolás, en un lugar llamado Maskata. Elegimos a las búlgaras por diversos motivos. Después de dar una vuelta por el centro y comprobar que no toda Sofía es tan fea como la zona donde vivimos, se nos hace un poco tarde para acudir a la cita, cenamos en el hotel (quiero reseñar aqui mi plato, además de la Shopska que compartimos, que consistió en unos medallones de cerdo, con láminas de foie-grass, cebollitas y gajos de naranja, no tengo palabras, increibleble).

Execution

Como llegamos tan tarde, las búlgaras estaban abandonando el lugar donde nos dimos cita, nos unimos a ellas y nos llevaron al Maskata. Vaya, gran parte del grupo de operaciones se encontraba ya en este lugar, incluso el dueño y señor del lugar (Birdie Num-Num) que me presentó a su señora esposa. Un grupo en directo que tocaba rock y ska animaba la sala, al rato de llegar cuando ya había ingerido mi primer API * (Alta Penetración Incendiaria), y durante un descanso de la banda, "El vals del obrero" de Ska-p sonó por los altavoces, tan solo nuestro equipo era capaz de recitar esta canción... Aquí fue cuando se desató el infierno. Podría escudarme en una ausencia de recuerdos provocada por la casi total ausencia de sangre en el alcohol, pero sería faltar a la verdad, las drogas de combate me mantenían consciente y semilúcido, además recuerdo perfectamente los flashes de las cámaras...

Seek & Destroy

Codo a codo con La Resistance (la guerra hace extraños compañeros de cama) aguantábamos como podíamos en nuestras trincheras mientras explosiones de cariño espontáneo se sucedían, sé que lo hicimos bien al principio, sin un número considerable de bajas nos movíamos por el campo de batalla con la soltura que da la experiencia en esta clase de lides, sorteando los obuses y despilfarrando lo que parecía una infinita munición de wishky y vodka. Pero según nuestro estado mental se iba degradando, las bajas se sucedían a cada vez mayor velocidad. Cuando entablé contacto con el enemigo (una tal Catherine que chapurreaba el español), tuve que vaciar mi arsenal en el intento de tomar la plaza (pico y pala, pico y pala...). Aunque sé que estuve cerca, no recuperé mi Mojo esta noche, aún me queda una semana... El rumor de que La Resistance organizaba orgías en sus citas comunales, no hacía sino espolear nuestra ya de por sí lúbrica imaginación cuando observábamos los cruces de parejas y de besos que se sucedían, de alguna manera nos contagiaron con una mutación de ese virus y... bueno, estoy seguro que las pruebas documentales hablarán por si mismas.

Retreat

Los primeros en caer fueron la Sargento Levy y el Gladiatore, y aún con estas bajas el comando resistió lo suyo. Mis salvas alcanzaban al enemigo pero sé que solo infringí heridas superficiales, y mientras el único superviviente del comando alemán trataba de integrarse sin mucho éxito, Sophie (cuyo uniforme de combate mostraba un generoso escote) cayó fulminada por un impacto directo de vodka, en este punto el equipo francés se desintegró. Claramente en inferioridad numérica y mientras los efectos de la heridas y de la fatiga de combate se dejaban sentir, decidimos retirarnos, y vivir para luchar otro día.
En la puerta conocimos a Farruquito, yo pensaba que este tío estaba en la cárcel, y él decía que era búlgaro de nacimiento, pero no nos engañó, se ofreció a buscarnos transporte y nos llevó a un descampado... que atravesamos para coger un taxi que detuvo con grandes aspavientos. Los efectos de la batalla se dejaron sentir con fuerza al salir del taki y apenas conseguí llegar a mi cama.

Fin del informe


* Four Roses & Red Bull / al Vodka & Red Bull (que también hubo) se le llama Jakoff (N. del A.)